Nuestro sistema de riego no permite acompañar la necesidad de agua en el cultivo de algodón.
Entrevistamos al Ing. Gabriel Angella, técnico del INTA Santiago del Estero, quien dio una charla en la 13° Jornada de Fertirriego y Manejo del Agua. Angella habló sobre un tema que preocupa a los productores algodoneros del área de riego del Río Dulce.

Recomendaciones prácticas de cómo hacer frente a la demanda del cultivo de algodón con el manejo del riego.
Cuánta agua necesita un cultivo de algodón y contrastar esa demanda del cultivo con la oferta del agua, un balance. Por oferta de agua entendemos la lluvia y el riego que tenemos como posibilidad en el área, de acuerdo al estadío fenológico de la planta.
Una parte de esa demanda la va a cubrir la lluvia, pero una parte importante la tenemos que complementar por riego, y tampoco así, alcanzamos a cubrir las necesidades de agua del cultivo del algodón. Y esto ocurre durante todo el ciclo del cultivo y se magnifica, en el período que va desde el inicio del pimpollado hasta el fin de la floración efectiva, incluso en la conformación de las bochas, que nosotros le llamamos un período crítico. Es un período de entre 50 y 60 días, si tenemos una posibilidad de riego, debemos acompañarla a esa alta demanda, que no alcanza a cubrir totalmente la lluvia, con un manejo adecuado del riego. Lo que tratamos de hacer es ver cómo lo podemos compatibilizar con la oferta de agua de nuestro sistema de riego, y lamentablemente nuestro sistema no permite acompañar esta necesidad de agua. No es que podamos reponer agua cada 7 o 10 días por una cuestión inherente a como es la entrega de agua de nuestro sistema de riego. Estamos sujetos a turnados fijos, con mayor o menor frecuencia según el distrito en el que estemos en el área de riego.
Por eso damos algunas recomendaciones de riego sobre cómo poder acompañar, con el manejo, la necesidad de agua de cultivo de algodón. No hay recetas para esto, pero si hay recomendaciones. Normalmente el agricultor da un riego de pre siembra, lo que permite cubrir los primeros estadíos del cultivo, aproximadamente los primeros 45 días, riego más lluvia que alcanza para cubrir esta etapa. Pero a partir de ahí y hasta los 90 o 95 días se inicia un momento donde hay mucha demanda de agua y el aporte de agua de lluvia no es suficiente. Este es el período que tenemos que cubrir lo mejor posible con el riego. Si el sistema nos lo permite por la disponibilidad de agua en la campaña. Lo ideal sería dar dos riegos, uno que acompañe al pimpollado y otro que acompañe a la floración. Si tuviéramos algún tipo de restricción hídrica, y si tenemos que elegir un momento en cual darle el agua al cultivo, dejaremos el agua para el momento de floración, aproximadamente unos 65 días desde la siembra. Esta sería una recomendación de manual.
Esto sería en un año promedio de aportes de agua. Si viene un año más seco, probablemente dos riegos no alcancen, tendrán que ser más. Si viene un año más húmedo, no tendremos la necesidad de regar. Pero estos últimos años se viene dando restricciones de agua de riego bastante importantes, una seguidilla que no se veía hace mucho. Y aquí debemos saber de qué grado de restricción estamos hablando. El año pasado solo se pudo dar un riego de pre siembra, este año me parece que viene igual. Se está dando un riego de pre siembra en este momento y no hay perspectivas de nuevos riegos por la poca disponibilidad de agua que hay en el embalse.

La mínima forma que tiene el agricultor de cubrirse es dar un riego de presiembra, si después no hay agua en el sistema de riego, como ocurrió el año pasado, el productor no tiene margen de nada, hay que esperar a ver qué pasa con la lluvia. El año pasado fue crítico, dimos un riego de presiembra y el agua del sistema recién volvió en febrero; se pasó un diciembre muy caluroso, con temperaturas muy altas y el algodón sobrevivió. Es decir, no se secó, cosa que nos llamó la atención; e incluso llegaron a producir con lluvias muy tardías en febrero y marzo. Fue impresionante la capacidad de acomodarse que tiene la planta de algodón. Retomando, si la restricción es total, al agricultor no puede hacer nada, si la restricción es media, preferible dar un riego en floración.
Hay otras cuestiones de manejo agronómico que el agricultor podría hacer: manejo de rastrojos, rotación de cultivos, cultivos de cobertura que ya venimos trabajando bastante en el área de riego. Esto ayuda a que el agua que está en el suelo permanezca el mayor tiempo posible disponible.
Perfil de agua en el suelo
En general no hay disponibilidad de información sobre qué capacidad de almacenar tienen los suelos. Estos son datos que tenemos por análisis que hicimos en el INTA, la UNSE también tiene su información, pero hay una gran falta de información.
Normalmente el productor no dispone esta información de sus predios.

No es tan complejo, se podría hacer, es un estudio en base a texturas y sería muy importante tenerla para la programación de riego. No todos los suelos son iguales y no almacenan la misma cantidad de agua. Esto puede hacer a través de un laboratorio privado de suelo que le pueda hacer una caracterización de almacenaje de agua que tiene su suelo, normalmente se puede hacer de hasta un metro o metro y medio de profundidad, esto varia con los horizontes y sino, se pueden aproximar valores a través de texturas, que conociéndola, puede indirectamente, con cierta precisión poder estimar la capacidad de almacenaje de agua del suelo.
Autor: Carlos F. Hamann – Publicado en Revista Campo para Todos N° 176
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